En mayo de 1815 se reunía por vez primera la Junta de Grandes que, bajo la decidida protección del Rey Don Fernando VII, en octubre de aquel año pasó a denominarse Excelentísima Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España. Acaban de cumplirse, pues, los primeros doscientos años de su fructífera existencia.
A esta bicentenaria y rica historia institucional, dedicamos íntegramente un número de estos mismos Cuadernos de Ayala, el 33 (enero-marzo 2008), descargable en PDF desde nuestra página web. Allí hallará el lector interesado un completo resumen histórico de la Corporación, el elenco de las Grandezas concedidas y reconocidas desde 1520, y el repertorio prosopográfico de todos sus decanos y presidentes.
Regulada actualmente por la vigente orden del Ministerio de Justicia de 8 de octubre 1999, la Diputación de la Grandeza de España es un organismo consultivo del Estado, y a la vez viene desarrollando una interesante actividad cultural.
La Diputación de la Grandeza ha sido durante estos doscientos años, y lo es en la actualidad, la verdadera y genuina Corporación de la Nobleza histórica española, como la más principal de las únicas siete instituciones nobiliarias que gozan de un reconocimiento oficial por parte del Estado -el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid, y las cinco Reales Maestranzas de Caballería de Sevilla, Granada, Valencia, Ronda y Zaragoza-.
Es importante no olvidarlo, ya que en estos tiempos de confusión proliferan mucho las entidades privadas de carácter para-nobiliario e incluso pseudo-nobiliario, cuyos asociados o cofrades pretenden con descaro -y a veces hasta con jactancia- arrogarse una condición legal nobiliaria de la que desde luego carecen completamente -aunque puedan ser, y lo son muchos de ellos, descendientes de nobles verdaderos-.
Es por tal carácter oficial por lo que Su Majestad el Rey Se ha dignado recibir en solemne audiencia a todos los Grandes de España y Títulos del Reino que la conforman; el acto ha tenido lugar en el Palacio Real de El Pardo, en la mañana del 16 de junio de 2015. Aún más: Su Majestad se ha dignado además dirigir a todos unas palabras cargadas de intención y de significado, para que quien quiera oír, oiga, y para que quien quiera entender, entienda. El Rey confirma la secular vinculación de la Nobleza histórica española con la Corona, pero a Grandes y Títulos nos exige un esfuerzo mayor que el de los demás ciudadanos: Nobleza obliga!
Por su relevancia, este número de Cuadernos de Ayala las reproduce fielmente, seguidas -trastocando su orden cronológico-, con el discurso que en nombre de la Corporación dirigió a los Reyes su actual Decano el Duque de Híjar.
El bicentenario de la institución se ha celebrado dignamente con varios actos de los que daremos cumplida noticia; además, se ha tenido el acierto de crear una insignia de la Corporación, para el uso de los Grandes y Títulos.
La Diputación de la Grandeza desempeña un papel muy relevante, no solo en cuanto se refiere a la alta representación que ostenta, no solo en cuanto es depositaria de los valores y la tradición nobiliaria, sino también en cuanto se refiere a la dirección de los asuntos nobiliarios, Y lo hace con prudencia y con solvencia, habiendo merecido siempre un gran respeto, tanto por parte de la mayoría de los Grandes y Títulos, como del conjunto de la sociedad española.
Quiera Dios que la existencia de la ya venerable y respetable Diputación y Consejo de la Grandeza de España perdure durante otros tantos años como los que han pasado desde su establecimiento, para bien de España y de su Nobleza histórica.
El Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta
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