Un acucioso recorrido por un aspecto desconocido del sistema general de honores y mercedes de la Monarquía castellana bajomedieval y de la Monarquía Universal española moderna: la concesión de privilegios hereditarios de contenido indumentario, cual los trajes o las joyas del Rey, o los vestidos de la Reina. Una práctica que, materializada en siete casos conocidos, y por cierto señeros, que arrancan desde 1439 y concluyen en 1800, es estudiada por el autor a través de los documentos oficiales y literarios, y de los monumentos iconográficos, para ofrecer al fin algunas conclusiones acerca de la extraordinaria importancia de esta infrecuente clase de premios en el contexto de la sociedad y de las mentalidades nobiliarias de lo que se ha dado en llamar la civilización del paño.